Desarrollar y mejorar las competencias básicas necesarias de los niños/adolescentes en su comportamiento social y adecuado del individuo, con el mismo y con el mundo que le rodea (reconocer y cumplir las normas, empatía, motivación, autoestima, etc.) con el objetivo de relacionarse y participar de modo eficiente y constructivo en las relaciones interpersonales que fundamentan la buena convivencia.
La estimulación es utilizada para las siguientes patologías habiéndose demostrado resultados significativos en: Síndrome de Down (SD), Síndrome de Asperger (SA), Trastorno del Espectro Autista (TEA), Parálisis Cerebral (PC), Deficiencia Mental, Mutismo Selectivo, Trastorno por Déficit de Atención sin o con hiperactividad (TDH, TDAH), Trastorno del sueño (Enuresis, terrores nocturnos, insomnio idiopático, etc.), Parálisis Cerebral, Lesiones medulares, Parálisis faciales, etc.]